Dentro de poco se estrena en nuestro país la comedia “Toc Toc”, una adaptación cinematográfica de la famosa obra de teatro de Laurent Baffie. Esta película, como el título indica, trata sobre el trastorno obsesivo-compulsivo.

Hay varias películas que retratan el tema de los trastornos mentales. Unas respetuosas y dignas, y otras con menos calidad y difusoras, tristemente, de estigma en salud mental. Aprovechando el inminente estreno de la película “Toc Toc”, os recomiendo hoy dos películas y una serie sobre el TOC que pertenecen al primer grupo de obras.

El aviador (2004): dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio (quien en realidad sufrió también de TOC), es un biopic sobre la vida de Howard Hughes, productor cinematográfico y aviador que hizo fortuna en las décadas treinta y cuarenta. Hughes sufrió de TOC de contaminación (quizás también de simetría), y la película retrata exquisitamente algunos rituales y manías. Obviando el papelón que hace DiCaprio (casi se pueden “escuchar” sus pensamientos intrusivos y obsesivos en algunos planos), el film es respetuoso en el sentido de que no ridiculiza ni esconde lo que es el trastorno, y lo enmarca en una carrera y una vida plagada de éxitos y miserias, de tal forma que el TOC empieza siendo casi anecdótico y hacia el final se extiende y eclipsa al personaje. Es decir, empezamos viendo pequeñas manías y acabamos visionando escenas realmente inquietantes (y veraces) que el TOC ocasionó a Hughes. En su época no “existía” tal diagnóstico, y por tanto el productor nunca se pudo tratar. Recomiendo ávidamente el film no sólo a los afectados, sino a todo el mundo, para entender un poco más el trastorno.

Dirty Filthy Love (2004): película para la tv inglesa dirigida por Adrian Shergold y encabezada por Michael Sheen, durísimo retrato sobre un hombre afectado de TOC y  síndrome de Tourette. Vemos reflejada la depresión y el desencanto con la propia vida en algunos momentos del film, seguramente muchos afectados se verán reflejados en éste personaje. Lo ingenioso de la película es que no sólo vemos a una persona con TOC, sino a varias, ya que el protagonista acude casi de forma casual a un grupo de autoayuda para personas afectadas por el trastorno. Cada personaje es una pequeña joya que nos muestra de forma conmovedora y real lo que es padecer la patología. Además, el mensaje final del film es un canto a la diversidad y a la esperanza. Muy recomendable, eso sí, preparad los pañuelos.

Monk (2002-2009): Creada por Andy Breckman y protagonizada por Tony Shalhoub, esta conocida serie es una muy buena adaptación (con toques de comedia) sobre un detective que padece TOC a consecuencia de un hecho traumático en su vida. Los capítulos van resolviéndose gracias a las dotes detectivescas (algunas de ellas “facilitadas” por el trastorno, como la atención a los pequeños detalles) de Monk. También vemos sus crisis, sus idas y venidas con su terapeuta y la medicación, sus relaciones afectivas y, en definitiva, su mundo. Resulta sencillo empatizar con Monk, y quizás éste es el gran acierto de la serie: el detective no es solo un “tipo raro”, sino que vemos sus frustraciones y su malestar, sus alegrías y sus esfuerzos para ir superando sus múltiples TOCs. Al final, el trastorno de Monk se vuelve algo cotidiano aceptado por todos los personajes (que le entienden a su manera y le ayudan), algo que debería ser así para todos aquellos afectados en la vida real. Monk no es sólo alguien con TOC, es un personaje multidimensional. Como todos nosotros.