Un tema espinoso del que se tiene que hablar (como todas aquellas cosas que deberían dejar de existir o dejar de ser un tabú) es el abuso emocional que muchas veces sufren las personas con trastornos mentales: algo muy dañino que sin duda está ligado al estigma que padecemos.

El abuso emocional es muchas veces imperceptible “a primera vista”, y puede venir de ámbitos que deberían ser seguros, como el entorno familiar. Pero, ¿de qué estamos hablando exactamente cuando hablamos del abuso emocional?



¿Alguna vez te hicieron sentir menos por ser quien eres o por tu trastorno?

¿Se han burlado de tus inseguridades?

 ¿Te han hecho hacer cosas que no querías hacer?

¿Has sufrido ataques verbales o has sido víctima de bromas o ironías sobre tu trastorno?

¿Has intentado defenderte de ataques hacia tu persona, explicando cómo te sientes, y aún así, se han burlado de ti y te han confundido una vez más?

Si alguna de estas preguntas es afirmativa, deberías replantearte que quizás la persona que provocó esas situaciones es tóxica para ti.

Tristemente, casi todos, en algún momento dado, hemos sido blanco de ataques, bromas, ironías o desprecios por ser un poco diferentes a lo “normativo”. El gran problema es cuando esos ataques son sistemáticos, y no digamos ya, cuando vienen dados en el ámbito familiar. ¿Las personas con trastornos mentales suelen sufrir abuso emocional en el ámbito familiar? Rotundamente sí.

No me malinterpretéis: no todos tenemos esta problemática. Hay familias altamente preparadas y emocionalmente sanas para lidiar con un problema mental en su círculo. Pero muchas otras no.

Si alguien cercano a vosotros os hace sentir mal reiteradamente, debéis decirlo, nuca os calléis.

Siempre es bueno dejarle claro a la persona tóxica que os está dañando, para que sea consciente de la situación (aunque no la cambie). Después de eso es recomendable hablar con alguien “aliado”que os entienda para poder solucionar el problema, puesto que es muy complicado arreglar el tema con el abusador: la mayoría de veces no va a entender que lo que hace está mal, o seguirá con los ataques sin dar su brazo a torcer.

También es altamente recomendable tratar el tema en terapia, a poder ser con las personas implicadas, para que se den pautas que ayuden a terminar con el abuso. Desgraciadamente, esto muchas veces no es posible debido a la cerrazón del familiar tóxico. Además de eso, muchas veces las personas abusadas no se han dado cuenta de que lo son, y tampoco les es sencillo poder hablar del tema y tratarlo adecuadamente, debido a la baja autoestima y a la relación tóxica que mantienen con sus familiares.

Por eso lo más importante es reconocer que existe el problema para empezar a buscarle un remedio. No debemos conformarnos en llevar una relación personal que nos es dañina, aunque sea lo único que hemos conocido con esa persona. Todos podemos cambiar y poner fin a las actitudes abusivas.