Habla. Porque no tienes por qué callarte esto. Porque hay gente que te puede (y quiere) escuchar. Porque no hay nada más sensato que hablar.

Porque hay cargas que son demasiado pesadas para llevar solo, por eso, habla. Comparte la carga, busca ayuda, pide a gritos una respuesta. Habla.



El día 10 de septiembre es el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Podría decirse que es el mejor día del mundo, porque el suicidio es la primera causa de muerte entre la gente joven, por delante de los accidentes de coche. Estos datos los habréis leído decenas de veces en los medios de comunicación, pero aunque seguramente os sorprendan y os encojan un poco el corazón, enseguida pasaréis a otra cosa.

No lo hacen los cientos de familias que tienen a alguna persona que ha muerto de forma violenta. Porque sí, no hay muerte más violenta que el suicidio. Matarse a uno mismo es la mayor agresión que puede haber.

No se es cobarde por suicidarse. Tampoco se es valiente, como mucha gente que hace de la muerte algo romántico pueda pensar. Suicidarse, siendo claros, es una mierda

Plantearse que dejar de existir es la única forma de dejar de sufrir es horrible. Y pensar que muchas de esas muertes absurdas se podrían haber evitado si se hablara de ello, es peor.

Porque el tabú que envuelve al suicidio es uno de los más grandes que tenemos en la sociedad occidental. Si alguien se mata, no se habla de ello. Si alguien ha intentado matarse, se evita la conversación. Y plantear el tema hace que mucha gente diga “no hables así”. Pero no hablar solamente hace que el suicidio se convierta en algo más grande y más peligroso. No hablar hace que los potenciales suicidas no busquen ayuda.

Seguramente, no hablar del suicidio hace que más gente se suicide, porque la única forma de evitarlo es buscar ayuda.

Por eso, habla. No te calles que estás sufriendo, no te calles si has pensado en quitarte de en medio. No te calles cuando te ronda por la cabeza dejarlo todo. No te calles. Habla.

No eres malo, ni poco válido, ni cobarde, por querer suicidarte. Simplemente, estás sufriendo. Y hay gente que te puede ayudar, aunque no te lo creas. Aunque suene a tópico recalcitrante, hay una luz al final del túnel, hay alguien que te puede dar la mano para ayudarte a trepar fuera del pozo.

El día 10 de septiembre, hablemos de suicidio. No tengamos miedo a exponer una realidad que mata a 10 personas al día en España. Saquemos la conversación con nuestros amigos, con los familiares, con los conocidos. Hablemos de ello porque puede ser que haya alguien cercano a ti que esté planteándose el suicidio y no lo sepas. Puede ser que, hablando de ello con naturalidad y sin morbo, podamos hacer que se replantee la situación. Hablemos para salvar vidas.

Habla si tienes miedo, habla si quieres morirte, habla si necesitas ayuda. Alguien te va a escuchar sin juzgarte. Yo te escucho sin juzgarte.